Su origen se encuentra en la respuesta fisiológica de la región genital del cuerpo.
¿Sabías que las “bolas azules” son una condición médica reconocida?
Este artículo profundizará en todos los aspectos relacionados con el síndrome de las bolas azules y los diversos enfoques de tratamiento.
¿Qué son las bolas azules?
Las bolas azules, también conocidas como hipertensión epididimaria, son una condición temporal caracterizada por dolor testicular o escrotal que se experimenta cuando un hombre permanece excitado sexualmente durante un período prolongado sin alcanzar el orgasmo.
Aunque las bolas azules se asocian comúnmente con los genitales masculinos, vale la pena señalar que esta condición no es exclusiva de los hombres, ¡pero exploraremos esto más a fondo en breve!
¿Qué causa las bolas azules?
Durante las relaciones sexuales o la masturbación, la tensión acumulada se puede aliviar mediante la eyaculación. El orgasmo produce una sensación inmediata de alivio en la región genital y reduce los niveles de excitación.
Sin embargo, la erección prolongada da lugar a la aparición de bolas azules, lo que puede ocurrir cuando los hombres retrasan la eyaculación o practican la retención de semen.
¿La vasectomía puede provocar bolas azules?
Muchos hombres sienten curiosidad por los efectos de la vasectomía en su bienestar sexual. Aunque las eyaculaciones iniciales posteriores al procedimiento pueden causar molestias, el Dr. Gary Bellman, urólogo certificado, explica que esta forma de "congestión epididimaria" suele disminuir en los primeros tres meses.
Después de este período, ya no deberías sentir la sensación pesada o el dolor leve que a menudo se asocian con la masturbación u otras actividades sexuales.
¿Cuáles son las sensaciones de las bolas azules?
Los hombres a menudo describen los síntomas de los testículos azules como una "sensación de dolor" o una sensación de "pesadez" o "llenura" en la región escrotal.
Debido a la hinchazón causada por la acumulación de mayor líquido y sangre, es típico experimentar una leve molestia e incluso algo de dolor que puede irradiarse hacia la zona lumbar.
Si bien los síntomas físicos suelen ser leves, el urólogo Dr. Stanton Honig señala otros síntomas asociados con la hipertensión epididimaria, que incluyen ansiedad, irritabilidad y una fuerte necesidad de eyacular.
¿Cuál es la apariencia de las bolas azules?
Debido al aumento del flujo sanguíneo en la región, las bolas azules (como sugiere el nombre) pueden hacer que los testículos adquieran un ligero tinte azul, similar a la decoloración que se observa cuando hay inflamación en un área lesionada, lo que resulta en un tono violáceo o azulado.
Una vez que la sangre retrocede del área, los síntomas generalmente desaparecen.
¿Cuál es la duración de las bolas azules?
Si sientes un dolor escrotal leve no relacionado con la excitación, junto con dolores en la ingle, molestias en la espalda baja o un bulto testicular, podría estar relacionado con afecciones más graves como:
- Epididimitis (inflamación de los testículos)
- Infección que causa inflamación de los testículos.
- Neuropatía diabética en la región genital
- Cálculos renales
- Prostatitis (inflamación de la próstata)
- Cáncer testicular
- Torsión testicular
Cómo deshacerse de las bolas azules
Si bien puede ser beneficioso contar con la ayuda de una pareja que consienta, el médico general Dr. Rhys Young señala que los hombres pueden ayudarse a sí mismos con la misma eficacia.
Aquí están los 5 mejores métodos para aliviar las bolas azules.
1. Masturbación:
La masturbación es una forma eficaz de aliviar la tensión corporal causada por la excitación. Llegar al orgasmo ayuda a liberar la tensión sexual acumulada y permite que el pene se relaje después de estar erecto durante un período prolongado.
2. Ejercicio:
Realizar actividad física, como levantamiento de pesas o ejercicios cardiovasculares, redirige el flujo sanguíneo desde la zona genital hacia los músculos que se están ejercitando. Esta desviación de la circulación sanguínea ayuda a reducir las molestias asociadas con los testículos azules al estimular el flujo sanguíneo a otras partes del cuerpo.
3. Ducha fría:
Tomar una ducha fría puede contraer los vasos sanguíneos del pene, lo que provoca una disminución del tamaño y la fuerza de la erección. Por otra parte, aplicar una compresa fría en los testículos puede lograr un efecto similar, reduciendo las molestias al minimizar el flujo sanguíneo a la zona de la ingle.
4. Meditación:
La práctica de la meditación ofrece una distracción mental de los síntomas de los testículos azules, ayudando a reducir los niveles de excitación sexual y redistribuir el flujo sanguíneo para aliviar la tensión en la región genital.
5. Analgésicos de venta libre:
Si los síntomas persisten a pesar de probar otros métodos, los analgésicos de venta libre como Tylenol o los AINE como Advil o ibuprofeno pueden ayudar a minimizar el dolor, la incomodidad y la hinchazón asociados con los testículos azules.
¿Pueden las mujeres experimentar bolas azules?
Si bien "bolas azules" es un término comúnmente utilizado para describir la incomodidad en los genitales masculinos, también existen expresiones análogas para las mujeres, como "vulva azul" o "pelvis rosada".
La sexóloga certificada Gigi Engle señala la similitud biológica entre el clítoris y el pene. Por lo tanto, es lógico suponer que las mujeres pueden experimentar un aumento del flujo sanguíneo en la región vaginal, lo que genera presión, dolor y acumulación de tensión.
CONCLUSIONES CLAVE:
- La hipertensión epididimaria es el término médico para los testículos azules, una afección a menudo causada por una excitación prolongada sin clímax ni eyaculación.
- Los síntomas de las bolas azules incluyen dolor testicular leve, sensación de dolor y un tono azulado del escroto.
- Aunque las "bolas azules" suelen asociarse con los genitales masculinos, un fenómeno similar puede ocurrir en las mujeres.
- En la mayoría de los casos, ni las bolas azules ni su contraparte femenina, la vulva azul o la pelvis rosada, requieren atención médica. Se pueden controlar con métodos como la masturbación, el ejercicio, las duchas frías, la meditación o medicamentos de venta libre.