Entendiendo las razones detrás del aumento del deseo sexual
Es común experimentar un aumento de la excitación sexual, incluso cuando se tiene una vida sexual saludable. Si alguna vez se ha preguntado: "¿Por qué me siento tan excitado sexualmente?", es probable que esté buscando una explicación más profunda.
En este artículo, profundizaremos en las complejidades del deseo sexual y los factores que se esconden detrás de una libido alta. Exploraremos cómo es el deseo sexual “normal” para personas de todos los géneros y también consideraremos cómo los niveles de excitación pueden fluctuar naturalmente con el tiempo. A lo largo del camino, analizaremos cómo los patrones de comportamiento sexual, los cambios hormonales como los relacionados con el ciclo menstrual y otras influencias afectan a la libido.
Comprender el impacto fisiológico de la excitación en el cuerpo
¿Qué significa sentirse “excitado”?
Todos, independientemente del género, tenemos una libido, o impulso sexual, que alimenta nuestro deseo de intimidad y placer. Este “impulso sexual” afecta la forma en que el cuerpo responde física y emocionalmente cuando se siente excitado. A veces, estos impulsos nos hacen sentir simplemente bien y más conectados con nosotros mismos y con los demás. En otros casos, nos puede sorprender la frecuencia con la que nos sentimos excitados todo el tiempo, incluso cuando no buscamos activamente encuentros sexuales.
La respuesta emocional a la excitación
Una libido alta suele provocar una variedad de emociones. Muchas personas experimentan felicidad, entusiasmo o entusiasmo cuando se sienten excitadas. Estas reacciones son respuestas comunes a la excitación sexual, aunque los sentimientos individuales varían. Según las experiencias personales, algunas personas pueden sentir frustración, decepción o incluso disgusto.
Por ejemplo, alguien que ha tenido que lidiar con problemas como la eyaculación precoz puede sentir vergüenza o ansiedad por sus encuentros sexuales anteriores. Estas emociones pueden influir en la frecuencia con la que piensas en el sexo y en si ves tus impulsos como una parte positiva de tu vida diaria o una fuente de estrés.
La respuesta física a la excitación
Las respuestas físicas al deseo sexual difieren según la anatomía de cada uno.
Para personas de sexo femenino
- Aumento de la lubricación vaginal
- Hinchazón del clítoris, las paredes vaginales y los labios.
- Posibles cambios en la longitud o el ancho de la vagina.
Para individuos masculinos:
- Aumento del flujo sanguíneo que conduce a una erección.
- Retracción del prepucio sobre la cabeza del pene.
- Secreción de líquido preeyaculatorio (“pre-cum”)
- Hinchazón de los testículos
Estas respuestas corporales son indicadores naturales de que estás excitado y listo para la intimidad o el placer sexual.
Dos categorías de impulso sexual
La terapeuta sexual Vanessa Marin identifica dos tipos principales de libido: espontánea y reactiva .
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Libido espontánea: experimentas arranques repentinos de deseo sexual a lo largo del día, lo que suele llevarte a buscar la actividad sexual con más frecuencia. Esto podría explicar por qué te sientes excitado todo el tiempo, incluso en situaciones que no son explícitamente sexuales.
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Libido reactiva: rara vez piensas en sexo hasta que estás en una situación sexual. Tu excitación aumenta cuando participas en juegos previos o actividades eróticas.
Ambos tipos de libido forman parte de una sexualidad sana. Si te preguntas por qué te sientes tan excitado, incluso cuando no te concentras intencionalmente en el sexo, es posible que tengas una libido espontánea.
Factores que influyen en la libido
Muchos factores pueden desencadenar la excitación sexual, a veces de forma inesperada. Estas influencias se dividen en varias categorías: biológicas, psicológicas y sociales.
Influencias biológicas
Los cambios biológicos, incluidos los relacionados con el ciclo menstrual, las hormonas sexuales y la salud en general, pueden aumentar la libido. Durante la adolescencia, por ejemplo, las personas suelen recordar períodos intensos de excitación que se prolongan hasta la edad adulta.
Fluctuaciones hormonales:
Las hormonas como la testosterona, el estrógeno y la progesterona desempeñan un papel esencial en la libido. En las mujeres que nacen con el sexo femenino, el estrógeno potencia los signos físicos de excitación (por ejemplo, la lubricación), mientras que los niveles elevados de progesterona pueden reducir el deseo sexual y contribuir a la disfunción sexual.
Equilibrar estas hormonas es fundamental. La terapeuta sexual certificada Indigo Stray Conger recomienda una dieta equilibrada y ejercicio regular para mantener el equilibrio hormonal. El ejercicio libera endorfinas, que pueden aumentar los niveles de energía y mejorar el interés sexual, lo que en última instancia te hará sentir bien y potencialmente más receptivo sexualmente.
Factores psicológicos
Tu estado mental y emocional influyen significativamente en el deseo sexual. El estrés, la ansiedad o la depresión pueden reducir la libido, lo que dificulta la excitación. Por otro lado, las emociones positivas, como la felicidad o una fuerte conexión emocional con una pareja, pueden aumentar la excitación.
La autoestima, los rasgos de personalidad, las experiencias pasadas e incluso su enfoque de las actividades sexuales (ya sea que las considere expresiones saludables o le preocupen cosas como la adicción al sexo) dan forma a su nivel de interés en la intimidad.
Factores sociales
La dinámica social también afecta a la libido. Por ejemplo, la emoción de una nueva relación suele provocar un aumento de la tensión sexual. En las relaciones establecidas y duraderas, la actividad sexual regular puede reforzar la intimidad, lo que hace que ambos se sientan bien y más conectados. Con el tiempo, estas experiencias positivas pueden formar parte de la vida diaria e influir en cuándo y con qué frecuencia se siente excitado.
¿Se puede ser excesivamente cachondo?
Quizás te preguntes si es posible tener un deseo sexual demasiado alto. No te preocupes, tener una libido elevada es algo natural. La sexualidad es una parte normal y saludable de la vida que puede mejorar el bienestar mental y físico, siempre que no interfiera con tus responsabilidades o relaciones.
Si los impulsos compulsivos o los pensamientos frecuentes sobre el sexo alteran su trabajo, sus interacciones sociales o su equilibrio emocional, puede resultar beneficioso consultar a un terapeuta o a un profesional de la salud sexual. Ellos pueden ayudarle a distinguir el entusiasmo sexual saludable de los patrones más problemáticos que pueden parecerse a la adicción al sexo.
Preguntas frecuentes
¿Por qué experimento excitación en situaciones no sexuales?
Es normal sentirse excitado incluso cuando no se está manteniendo una relación sexual. Los sueños, los medicamentos, el estrés u otros acontecimientos no relacionados pueden provocar estas sensaciones. Si se siente incómodo, pruebe con la respiración profunda, la meditación o canalice la energía a través de la masturbación.
¿Sentirse cachondo siempre significa que quiero sexo?
No necesariamente. A veces, la respuesta fisiológica de tu cuerpo puede no estar alineada con un deseo consciente de tener relaciones sexuales. Afecciones como la disfunción eréctil o la excitación involuntaria pueden crear una desconexión entre cómo te sientes mentalmente y cómo reacciona tu cuerpo físicamente.
¿Por qué no puedo controlar mi excitación?
La excitación persistente puede tener varias causas. En algunos casos, puede estar relacionada con afecciones médicas como el trastorno de excitación genital persistente (TGAP), en el que los genitales permanecen muy sensibles o estimulados sin deseo sexual consciente. Si esto le preocupa, considere consultar con un médico.
Puntos clave
- Sentirse caliente es una señal de un impulso sexual saludable que influye tanto en las respuestas emocionales como físicas.
- Algunas personas tienen una libido espontánea, lo que puede significar sentirse excitadas todo el tiempo, incluso sin desencadenantes obvios.
- La libido fluctúa naturalmente con el tiempo, afectada por factores como las hormonas, el ciclo menstrual, el ejercicio, las relaciones, la autoestima y el bienestar emocional.
- La sexualidad sana debe encajar cómodamente en tu vida diaria. Si los impulsos sexuales comienzan a resultar abrumadores o perturbadores, buscar orientación profesional es un paso sensato.
- Reconocer la diferencia entre la excitación normal y las conductas parecidas a la adicción al sexo puede ayudar a mantener una vida sexual equilibrada y satisfactoria.